jueves, 20 de septiembre de 2012

Presencias y evocaciones

 

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—La Cita es el 23 de Septiembre

Por : José Rodríguez Salgado

A la memoria del Dr. Eusebio Mendoza Ávila, quien sirvió al Estado con adhesión ejemplar.
A las 10 de la mañana del próximo domingo 23 de septiembre, en la Rotonda de las Personas Ilustres de Guerrero, se efectuará una solemne ceremonia, organizada por el gobierno del estado, para recordar al C. Gral. de División e ingeniero industrial, Gerardo Rafael Catalán Calvo, quien gobernara la entidad entre 1941 y 1945. Nació en Chilpancingo, Gro., el 03 de octubre de 1894 y falleció en la Ciudad de México el 23 de septiembre de 1977. Siendo muy joven se incorporó a la Revolución dentro del Ejército Constitucionalista que comandara don Venustiano Carranza. Hizo sus estudios en el Colegio Militar, cumplió diversas comisiones en diversas partes de la República. Realizó estudios superiores en la Escuela de Infantería en Fort Benning, Georgia USA, bajo las órdenes del Gral. George Marshall y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Fue el suyo, el último período constitucional de cuatro años y se convirtió en el primer gobernador de Guerrero que terminó su ejercicio a partir de 1910. Entregó en paz, la estafeta a su sucesor y correligionario Gral. Baltasar R. Leyva Mancilla. Su mandato se caracterizó por una absoluta honradez y por una obra relevante caracterizada por el fortalecimiento y apoyo a los sectores populares más necesitados. No obstante lo exiguo del presupuesto. Reorganizó la administración estatal, duplicó la hacienda pública y construyó caminos, presas, hospitales y escuelas entre otros aspectos. La XLVIII Legislatura local, lo declaró Hijo Predilecto del Estado y expidió el acuerdo para que sus restos se depositaran en la Rotonda de los Personas Ilustres del Estado.
En anteriores ceremonias han participado a nombre del gobierno y/o la familia Catalán Valdés, algunos protagonistas de la política, academia o sociedad civil, como los que a continuación se citan:
Profr. Lamberto Alarcón Catalán (1978): “…Nuestro jefe y amigo está en nuestra memoria como recuerdo; en nuestro espíritu como ejemplo y en nuestro corazón, como la voluntad de llevar adelante sus propósitos y sus sueños".
Ing. Rafael Catalán Valdés (1998): “…Al paso del tiempo, los pueblos honran, reconocen y premian con su cariño y respeto a los gobernantes honrados que ejercieron el poder para servir, que buscaron el progreso de las clases mayoritarias y que gobernaron con apego a Derecho y buscando la justicia. Catalán Calvo, pertenece a esta categoría”.
Lic. José Francisco Ruiz Massieu (1992): “…El gobernador Catalán Calvo creía, postulaba que el desarrollo de nuestro potencial productivo y la redención social de los guerrerenses, pasa por su elevación educativa; que sólo un pueblo instruido, educado, culto, en suma, con acceso al conocimiento, podrá liberarse; yo así lo creo y lo postulo… educación caminos y justicia son las vías de la democracia y de la justicia social…”
Lic. Rubén Figueroa Alcocer (1992): “…El Gral. Catalán Calvo, con lúcida perseverancia y con el auxilio de un equipo eficaz de colaboradores, realizó en sus cuatro años de gobierno una espléndida labor administrativa y política. No se enriqueció a la sombra del poder y dejó como legado la pureza de su ejemplo y su impecable trayectoria de soldado y de notable servidor público.
Lic. Ángel Aguirre Rivero (1987): “…Llevó una vida sencilla, transparente, precedida por una absoluta congruencia entre el pensar, el decir y el hacer… damos fe de que al lado de sus contemporáneos las muevas generaciones tomamos nota y hacemos nuestras sus palabras y sus hechos”.
Lic. Juan Pablo Leyva y Córdoba (2009): “…El Gral. Catalán Calvo fue antes que nada, un humanista imbuido de las ideas redentoras que impulsaron a la Revolución Mexicana… Estaba convencido de que en el oficio político sólo prospera y perdura lo que se construye con el trabajo en la tierra firme de la justicia”.
Mtro. Carlos Cantú Lagunas (2011): “…Su vida personal y su desempeño como mandatario quedaron enmarcados por la austeridad, la sencillez, la bondad, la disciplina, el estudio, la dignidad y la honradez…no ocultó jamás su rebeldía contra el abuso de los poderosos y las desigualdades sociales…ejerció el poder sin intermediarios”.
El próximo domingo el suscrito, pronunciará unas palabras a nombre de la familia Catalán Valdés. Esperamos el obsequio de su presencia. La convocatoria es en el panteón municipal de Chilpancingo. Gracias anticipadas.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Historia de la arenga independentista

Escrito por María Reyes
CD. ALTAMIRANO.- El politólogo, abogado y escritor, Roberto Ventura Pérez, distinguido calentano que en julio recibió la medalla por ser distinguido calentano; narró parte de la historia de la “arenga independentista”.
 
Narra que Ignacio Rayón fue el primero que en 1812 realiza en Huichapan, actual estado de Hidalgo, la primera conmemoración del grito de independencia, en plena lucha insurgente. La fiesta del 15 de septiembre es la suma de todas las fiestas cívicas.
 
Aclara que el domingo 16 de septiembre se cumplirán doscientos dos años del aniversario del inicio de la lucha de Independencia de México encabezada por el cura Miguel Hidalgo y Costilla, que comenzó con el “Grito de Dolores” de 1810 y culminó el 27 de septiembre de 1821 con la entrada a la Ciudad de México del Ejército Trigarante, al mando de Agustín de Iturbide.
 
Durante su largo gobierno como presidente de la República, Porfirio Díaz cambió la fecha de la celebración del Grito de Independencia para hacerlo coincidir con su onomástico, haciendo coincidir la fiesta patria con su cumpleaños, retrocedió un día, es decir del 16 quedó al 15 de septiembre.
 
Lázaro Cárdenas del Río fue el primero que reconoció durante un “grito”, a la Revolución Mexicana como social (1937) e incorporó el concepto: ¡cooperación unidos por la paz y el trabajo, para hacer un México mejor! (1938); Manuel Ávila Camacho lanzó vítores a la solidaridad nacional; Gustavo Díaz Ordaz, tras los hechos sangrientos del movimiento estudiantil de 1968, llamó a la concordia entre los mexicanos; Luis Echeverría mencionó a los países y pueblos del Tercer Mundo; José López Portillo honró a la mujer mexicana en la figura de doña Josefa Ortiz de Domínguez; Carlos Salinas de Gortari incluyó a los Niños Héroes y a Benito Juárez; Ernesto Zedillo Ponce de León buscó crear conciencia del cambio cualitativo en su gobierno (¡Viva nuestra libertad! ¡Viva la justicia! ¡Viva la democracia! ¡Viva la unidad de todos los mexicanos!); Vicente Fox Quesada de plano sustituyó el “mexicanos”, por el “mexicanas y mexicanos” y cada año agregaba o quitaba elementos o establecía vítores nuevos y no precisamente relacionados con la independencia: ¡Viva la democracia y la libertad, viva la concordia y la solidaridad, viva la unidad de las y los mexicanos!, “Viva la unidad nacional y la paz!”.
 
El politólogo recuerda que el día 2 de marzo de 2010, por el entonces senador de la República, Ángel Heladio Aguirre Rivero, hoy gobernador del estado de Guerrero, propuso adicionar un artículo 9-A a la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales para reglamentar el protocolo y el texto que se enuncia en la ceremonia del Grito de Independencia.
 
Aguirre Rivero, propuso que la arenga al pueblo quedará en los siguientes términos: ¡Mexicanos! ¡Viva la Independencia Nacional! ¡Vivan los héroes que nos dieron patria! ¡Viva Miguel Hidalgo! ¡Viva Ignacio Allende! ¡Viva Doña Josefa Ortiz de Domínguez! ¡Viva José María Morelos y Pavón! ¡Viva Vicente Guerrero! ¡Viva el estado de____ o viva el municipio de___! (el que se aplique) ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!
 
DESPERTAR DEL SUR, 14 DE SEPTIEMBRE
 

Historia de la arenga independentista

 
"Al General Vicente Guerrero no se le ha reconocido su aporte a la historia de México y se le ha excluido de manera injusta de la arengas, a sabiendas de que méritos le sobran, pues entre otras cosas, es un insustituible consumador de la independencia de México"
 
Roberto Ventura Pérez
 
El domingo 16 de septiembre se cumplirán doscientos dos años del aniversario del inicio de la lucha de Independencia de México encabezada por el cura Miguel Hidalgo y Costilla, que comenzó con el “Grito de Dolores” de 1810 y culminó el 27 de septiembre de 1821 con la entrada a la Ciudad de México del Ejército Trigarante, al mando de Agustín de Iturbide.
 
Fue Ignacio Rayón quien en 1812 realiza en Huichapan, actual estado de Hidalgo, la primera conmemoración del grito de independencia, en plena lucha insurgente. Este festejo llega hasta el día de hoy sin grandes cambios.
 
Desde su origen, el Grito de Independencia fue rehén de la disputa entre liberales y progresistas, por la primacía de la fiesta patria que lucharán porque sea el 16 de septiembre cuando se recuerde el origen de la nación independiente; conservadores y monárquicos pugnaran por que lo sea el 27 de septiembre, aniversario de la entrada a la capital del veleidoso Agustín de Iturbide encabezando al Ejército Trigarante. Lo curioso es que fue Maximiliano de Habsburgo quien la consagra definitivamente el 16 de septiembre, al fijar él su conmemoración.
 
Muy pocas veces nos hemos preguntado sobre su significado, valor y contenido, sobre las razones por las que gritamos y nos unimos en una euforia patria, el por qué arengamos, a quienes arengamos. La única certidumbre que tenemos, es que los mexicanos festejamos sin importar las circunstancias por las que atravesemos nosotros o el país.
 
La fiesta del 15 de septiembre es la suma de todas nuestras fiestas cívicas, ningún mexicano queda al margen de esa celebración, “es un minuto de concordia y de reconciliación” -dice con acierto Andrés Henestrosa, en el prólogo que hace al libro El Grito de Independencia. Historia de una pasión nacional, de Fernando Serrano Migallón, uno de los textos especializados sobre la arenga mexicana.
 
Como cada año, los ojos del mundo se concentran en la Plaza de la Constitución, donde el Presidente de la República en turno sale al balcón principal; o a la plaza de la parroquia del municipio de Dolores Hidalgo, Guanajuato, tañe la campana, enarbola la bandera, pronuncia las arengas tradicionales del Grito de Independencia, tañe nuevamente la campana, ondea la bandera y se entona el Himno Nacional Mexicano que todos los presentes corean con orgullo. El momento cumbre del grito de Dolores es cuando se proclama la libertad. Así lo hicieron en su momento los gobiernos monárquicos, los conservadores y los usurpadores, los que escalaron la Presidencia por el golpe de Estado y los que han gobernado en las últimas décadas. Y así se ha replicado a nivel estatal y municipal.
 
Aun cuando México estuvo invadido, intervenido o errante, los mexicanos siempre celebraron el Grito donde la autoridad legítima se encontrara. Estando el Ejército norteamericano en posesión de la capital, el acto se realizó; en los tiempos de Maximiliano, la gesta patria se conmemoró; donde estaba Benito Juárez estaban la patria, la Constitución, la bandera, el himno y el grito independentista. Todos lanzaron ¡Vivas! a los héroes que nos dieron patria, todos con su estilo personal y su lista propia de héroes arengados.
 
No hay reglas, ni protocolos establecidos en ley, no existe un procedimiento normativo que cumplir para dar el Grito de Independencia, cada gobernante tañe la campana de Dolores las veces que quiera (al principio o al final del mismo), quita y pone los héroes que enarbolará en su grito, casi a su antojo y acorde a su ideología, nadie le impone el orden en que deba de pronunciarlos, ni tiene determinado el número de arenga. Es una costumbre nacional que se despliega en tan solo unos minutos delirantes, todos vitoreamos al país y honramos a los héroes que nos dieron patria, una tradición que se copia e imita a nivel estatal y municipal.
 
Díaz instituye el 15
 
Durante su largo gobierno como Presidente de la República, Porfirio Díaz cambió la fecha de la celebración del Grito de Independencia para hacerlo coincidir con su onomástico, haciendo coincidir la fiesta patria con su cumpleaños, no le importó mucho el sentido habitual del festejo.
 
En la actualidad no hay ningún cuestionamiento sólido al respecto, la fiesta patria se celebra con el mismo entusiasmo, a sabiendas que se conmemora un día antes del momento real en que nació el movimiento independentista.

La arenga
 
En doscientos años de estarse conmemorando, el grito de Dolores ha evolucionado. En su primera centuria y la mitad de siguiente, las arengas eran cortas, dos, tres o cuatro a lo mucho. Sin embargo, a partir de la segunda mitad del siglo pasado, los Presidentes de la República en turno, han venido incorporando al grito la proclama de un mayor número de héroes, algunos vinculados con esa gesta histórica y otros que nada tienen que ver con el hecho histórico, perdiendo su verdadero contenido. Se entiende que todos quieren imprimir su sello y su estilo personal de arengar, pero han tomado al Grito de Independencia como una forma de retrato instantáneo de su gobierno. En las últimas décadas estos cambios han sido notorios, sobre todo por su alto grado de politización, hasta se han peleado los lugares en donde usualmente se celebra, cada gobernante quita y pone héroes o incorpora nuevos conceptos a la lista de proclama.
 
La arenga representa –como acertadamente lo dice Fernando Serrano Migallón- una manifestación clara de la situación política y de los problemas existentes en el país, de las metas que se proponen y de la filosofía vigente; una muestra del estilo personal que impone al festejo cada uno de los gobernantes.
 
Por ejemplo, Lázaro Cárdenas del Río fue el primero que reconoció durante un “grito”, a la Revolución Mexicana como social (1937) e incorporó el concepto: ¡cooperación unidos por la paz y el trabajo, para hacer un México mejor! (1938); Manuel Ávila Camacho lanzó vítores a la solidaridad nacional; Gustavo Díaz Ordaz, tras los hechos sangrientos del movimiento estudiantil de 1968, llamó a la concordia entre los mexicanos; Luis Echeverría mencionó a los países y pueblos del Tercer Mundo; José López Portillo honró a la mujer mexicana en la figura de doña Josefa Ortiz de Domínguez; Carlos Salinas de Gortari incluyó a los Niños Héroes y a Benito Juárez; Ernesto Zedillo Ponce de León buscó crear conciencia del cambio cualitativo en su gobierno (¡Viva nuestra libertad! ¡Viva la justicia! ¡Viva la democracia! ¡Viva la unidad de todos los mexicanos!); Vicente Fox Quesada de plano sustituyó el “Mexicanos”, por el “Mexicanas y mexicanos” y cada año agregaba o quitaba elementos o establecía vítores nuevos y no precisamente relacionados con la Independencia: ¡Viva la democracia y la libertad, viva la concordia y la solidaridad, viva la unidad de las y los mexicanos!, “Viva la unidad nacional y la paz!”
 
De los cinco gritos que hasta ahora ha dado el actual mandatario, Felipe Calderón Hinojosa, en 2009 y 2010, incorporó: ¡Viva el Bicentenario de la Independencia! y ¡Centenario de la Revolución! En su arenga de 2010, realizado en Dolores Hidalgo, Guanajuato, lanzó por primera vez un ¡Viva Vicente Guerrero!
 
Vicente Guerrero, fuera de la arenga patria
 
En los doscientos años que lleva conmemorándose el Grito de Independencia, el nombre del General Vicente Guerrero Saldaña ha sido uno de los grandes ausentes en las arengas patrias, a pesar de su gran aportación a la lucha independentista.
El nombre de Guerrero en ningún momento aparece arengado en los discursos hechos durante el primer centenario de la conmemoración. Es Venustiano Carranza quien lo invoca por primera vez en su grito del 15 de septiembre de 1919. Gustavo Díaz Ordaz lo incluye en el grito de los años de 1966, 1968 y 1971. Durante el sexenio de Luis Echeverría, el mandatario vuelve a arengar el nombre del General Vicente Guerrero y lo reconoce en sus Gritos como el consumador de la independencia. Lo mismo hace José López Portillo y el propio Carlos Salinas de Gortari.
 
En los Gritos de Independencia del gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado, el nombre de Guerrero es omitido en las arengas.
 
Los gobiernos y la historia patria han sido injustos al no vitorear al caudillo del sur. Al General Vicente Guerrero no se le ha reconocido su aporte a la historia de México y se le ha excluido de manera injusta de la arengas, a sabiendas de que méritos le sobran, pues entre otras cosas, es un insustituible consumador de la independencia de México.
 
Intento de regulación de la arenga.
 
Pocos han sido los intentos para regular la ceremonia del grito de independencia. Uno de ellos es la “iniciativa con proyecto de decreto sobre la conmemoración del Grito de Independencia” realizada por la LIX Legislatura del Estado de Guerrero el día 20 de abril de 2010. En ella se propone que el 15 de septiembre de cada año, durante la celebración del “Grito de Independencia”, el Presidente de la República, los Gobernadores de las entidades Federativas, los Presidentes Municipales y los Jefes Delegacionales del Distrito Federal, se ciñan al Decreto sobre la conmemoración que establece el procedimiento a seguir para realizar el grito correspondiente y se establecen once vivas que abran de pronunciarse en el acto. Esta propuesta se presentó en su momento al Congreso de la Unión.
 
Otra de las propuestas, que me parece más idónea, es la hecha en tribuna el día 2 de marzo de 2010, por el entonces Senador de la República Ángel Heladio Aguirre Rivero, hoy gobernador del estado de Guerrero, cuando en senda iniciativa, propuso adicionar un artículo 9-A a la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales para reglamentar el protocolo y el texto que se enuncia en la ceremonia del Grito de Independencia. La propuesta establece trece vítores para el Grito, entre ellas uno para Vicente Guerrero, como “un acto de justicia que serviría para recordar la trayectoria y valores que como herencia nos dejó este héroe nacido en Tixtla en el año de 1783.”
 
Aguirre Rivero propuso que la arenga al pueblo quedará en los siguientes términos: ¡Mexicanos! ¡Viva la Independencia Nacional! ¡Viva los héroes que nos dieron Patria! ¡Viva Miguel Hidalgo! ¡Viva Ignacio Allende! ¡Viva Doña Josefa Ortiz de Domínguez! ¡Viva José María Morelos y Pavón! ¡Viva Vicente Guerrero! ¡Viva el estado de____ o viva el municipio de___! (el que se aplique) ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!"
 
Ojalá que diputados federales y Senadores de la República, principalmente los que representan al Estado de Guerrero, retomen los dos proyectos anteriores para intentar regular el protocolo del Grito de Independencia donde se incorpore una arenga y un vítor para el General Vicente Guerrero Saldaña, como consumador de la independencia de México. ¡Viva México!
 
Publicado:
 
Periódico Pueblo Guerrero, 14 de septiembre de 2012
 
 
 
Suplemento Vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 14 de septiembre de 2012
 
 
 

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Sobre Agustín Ramírez

Yo, ciudadano
Agustín Ramírez: ¿otra oportunidad?
Gustavo Martínez Castellanos

El año pasado fui invitado a participar en la conmemoración de la fecha luctuosa de Agustín Ramírez en Chilpancingo. A pesar de lo subrepticio de la invitación pude recopilar algunos documentos que giran en torno a éste nuestro gran compositor (es imposible decir “hablan de él” porque casi toda la bibliografía existente concede más espacio a una visión de época). Con ese material pude formarme una idea aproximada de la sociedad guerrerense de la primera  mitad del siglo anterior que se movía entre una idea de sí misma y la idea de dominio de los gobiernos emanados de la revolución. Y, por supuesto, como parte de su proyecto de conformación nacional.
Un dato llamó mi atención de la biografía de Agustín Ramírez: que a los 12 años ingresara a la vida militar con el grado de Teniente en las filas revolucionarias de Guerrero.
Herminio Chávez (IGC, Ayuntamiento de Acapulco. 1989) nos entrega brevemente un repaso a esa etapa: “El jefe revolucionario que se había adueñado de la plaza (la familia del compositor vivía en Atoyac y Agustín acababa de regresar de Acapulco) estaba urgido de un telegrafista, pues el jefe de la oficina había huido temeroso de los desmanes de los alzados. Como en el pueblo no había otro más que Agustín, se le expidió el nombramiento de Teniente del ejército rebelde y telegrafista de la corporación”. El texto no informa cuánto tiempo Agustín pasó en la milicia, pero detalla parte de su experiencia: “Se inició así un peregrinar que lo llevó de los cálidos y húmedos litorales, a las no menos cálidas y secas explanadas de la Tierra Caliente, atravesando la fría y abrupta Sierra Madre del Sur en un permanente deambular a lomo de mula, lento, penoso y peligroso, conociendo los escondites preferidos de los revolucionarios, los cañones de los torrentosos afluentes del río de las Balsas, la inacabable cordillera de picachos nunca hollados por el hombre, admirando los gigantescos abetos y pinos que daban marco a aquel paisaje jamás soñado”.
El texto tampoco informa sobre la forma en que los padres del compositor de 12 años reaccionaron ante la petición de los rebeldes de hacerlo su telegrafista. Tampoco dice si el flamante teniente participó en escaramuzas o en batallas con otro instrumento que no fuera su teclado de clave Morse. A un siglo de distancia si aún se nos escapa la vida del hombre, no es imposible que no se nos escape la del niño y su entorno
Nos queda, en cambio, la certeza de que el ascenso del PRI fue el medio idóneo para la difusión de su música como parte de un proyecto educativo cultural que Agustín aprovechó para enaltecer a Guerrero: el nacionalismo.
Hoy, con el PRI de regreso en los Pinos y ya que los gobiernos panista y perredista lo han condenado al olvido, Agustín Ramírez y su música ¿tendrán otra oportunidad?
No lo sabemos. Víctimas de una etapa de turbulencia social y de violencia desatada similar a la que él vivió hace un siglo, quienes apreciamos su profundo legado nos conformaríamos con que el Comité de Remodelación del Acapulco Tradicional no vaya a demoler la Rotonda de Acapulqueños Ilustres en donde sus restos descansan por fin junto al mar y a unos metros del barrio en el que naciera. Acapulco y Guerrero se lo deben, sobre todo, nuestra Historia local cuya deuda con él, si es no sólo por su música si por su entrega a la causa de la revolución desde su más tierna infancia y desde las aulas en las que también dejó un profundo legado.
Nos leemos en la crónica: gustavomcastellanos@gmail.com